domingo, noviembre 07, 2010

el QUECHUA muere de vergüenza en el Perú

el QUECHUA muere de vergüenza en el Perú

(EFE) . A lo largo del siglo XX el porcentaje de quechuahablantes en el Perú no ha dejado de reducirse, y en el último censo de 2007 solo el 13,2% de la población confesaba tener el quechua como primera lengua de comunicación.
A pesar de que ahora es posible encontrar una oferta de academias que enseñan este idioma, el quechua muere de vergüenza. Las personas que saben cómo hablarlo bajan la voz por miedo al rechazo y a la mofa.

La lengua de los incas se habla en Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina y Chile, pero es en nuestro país donde se concentra la mayor parte de sus quechuahablantes (entre tres y cuatro millones), localizados en las regiones montañosas del centro y el sur, que también son las más pobres.

QUECHUA PARA EXPANDIR LA RELIGIÓN

Fue la lengua que utilizaron los Incas para unificar su imperio, y la Iglesia Católica lo comprendió de inmediato: en su tarea evangelizadora, adoptó el quechua para expandir la religión y se debe a los curas católicos la publicación de los primeros diccionarios y gramáticas en esa lengua.

El declive del quechua comienza con la rebelión indigenista de Túpac Amaru, sofocada en 1781: tras aquella fecha, la Corona española comienza a reprimir al quechua, y las nuevas elites criollas, muy hispanizadas, no hacen mucho por mejorar el estatus de la lengua autóctona.

“Hay muy poca autoestima: el que habla quechua se avergüenza y cree que es mejor hablar castellano. Las muchachas llegadas a Lima de la montaña reniegan de su idioma”, explicó a la agencia Efe Demetrio Túpac Yupanqui, quien tradujo “El Quijote de la Mancha” al quechua.

NO DESEAN HEREDAR EL QUECHUA

Marcial Mamani, un obrero de la construcción, tiene 37 años y es de los que no se avergüenza, pero cuenta su experiencia con sus hijos: “Yo les enseño a mis niños y me dicen: no me hables como los abuelos. No quieren aprender quechua, dicen que en la escuela se ríen de ellos”.
Marcial vive y trabaja en Coparaque, un pueblito del Valle del Colca donde el quechua ha sido la lengua principal durante siglos pero se aprecia la fractura generacional: los ancianos hablan en quechua, los adultos alternan quechua y castellano y los niños que juegan en las calles ya no quieren hablar sino en español.

LAS ÉLITES RESPETAN EL QUECHUA

Podría decirse, paradójicamente, que el quechua gana respeto entre las elites que nunca lo hablaron, como quedó de manifiesto con la película peruana “La teta asustada”, ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín y hablada en quechua y castellano.
Pero su protagonista, Magaly Solier, también cantante en la lengua andina, confesó que ella fue educada en castellano, y solo su empeño por aprender a cantar los “huaynos” andinos hizo que su madre aceptara enseñarle también el quechua.
Túpac Yupanqui ha tenido entre sus alumnos a Eliane Karp, esposa del ex presidente Alejandro Toledo, y al ex alcalde de Lima Alfonso Barrantes, pero lamenta que el pueblo quechuahablante padezca de “muy baja autoestima”
El Gobierno Peruano ha hecho a su modo los deberes: ha capacitado con distintos cursos de lengua a funcionarios de los ministerios de Justicia, de Agricultura y de la Mujer que vayan a servir en zonas andinas, al tiempo que ha implementado un programa de Educación Bilingüe Intercultural que enseña su lengua a más de 235.000 niños en la enseñanza primaria.

EL RETROCESO DEL QUECHUA

El director de este programa se llama Modesto Gálvez, quien reconoce que hay un movimiento incipiente entre las elites culturales para perder lo que él llama “la vergüenza lingüística”, pero nada puede hacer contra la presión histórica, social, política y económica de la sociedad para castellanizar.

“El castellano tiene más prestigio social, es la lengua de la gente culta, y esto lleva a la marginación y exclusión de quien no lo habla bien”, sostiene.

Es cierto que la cultura de las montañas peruanas ha invadido los conos de Lima y ciertas fiestas y símbolos andinos están ahora presentes en la vida urbana, pero ello no ha ido acompañado por un resurgir de la lengua.

Modesto Gálvez lo resume de manera muy gráfica: “El quechua ha ido retrocediendo sin parar: primero de la calle a la casa, y después de la casa a la cocina”.




El quechua o quichua es una familia de lenguas originaria de los Andes centrales que se extiende por la parte occidental de Sudamérica a través de siete países. Es hablada por entre 8 y 10 millones de personas y es la familia lingüística más extendida en Ecuador, Perú y Bolivia después de la indoeuropea.

Las lenguas de la familia quechua se caracterizan por ser aglutinantes, y tener raíces regulares que se unen a un importante número de sufijos para formar palabras con una gran plasticidad de significados. Algunas características gramaticales notables incluyen la conjugación bipersonal (los verbos concuerdan con el sujeto y el objeto), evidencialidad (indicación de la fuente y la veracidad del conocimiento expresado), una partícula de tópico y sufijos que indican quién se beneficia de una acción y de la actitud del hablante al respecto, aunque algunas lenguas y variedades pueden carecer de algunas de estas características.

El quechua habría tenido su origen en una lengua de la región central y occidental del Perú. Esta protolengua habría generado dos variantes a mediados del I milenio las cuales a su vez originaron las dos ramas de la familia que fueron extendiéndose y diversificándose a través del territorio andino en oleadas sucesivas desplazando o superponiéndose muchas veces a un sustrato aimaraico precedente. Hacia el siglo XV, el llamado quechua clásico se convirtió en una importante lengua vehicular del Antiguo Perú y fue adoptado como lengua oficial por el Estado incaico. Esta variante fue la lengua más importante empleada para la catequesis de los indígenas durante la colonia. A inicios del siglo XX, el quechua sufrió un retroceso por el avance del español a través de la escolarización del medio rural.

En habla cotidiana, es común mencionar al quechua como una lengua natural, a pesar de que los quechuahablantes son conscientes de la divirgencia interna del mismo, comparable al de las lenguas eslavas o las lenguas romances. A mediados del siglo XVII quedó extendido el mito de que las formas diferentes al quechua de la corte cuzqueña serían corrupciones del quechua. En la ideología indigenista, el quechua cuzqueño –no ya el clásico, sino el moderno– llegó a considerarse como el quechua prístino. En la década de 1960, los estudios sistemáticos de las variedades menos documentadas a la época de la familia fundamentaron la existencia de lenguas separadas dentro del quechua.

En la actualidad, existe una significativa cantidad de páginas y sitios web en quechua. Existe la inicitiva de promover la educación en quechua, principalmente por parte de Bolivia, y en menor manera pero igualmente significativa en Perú y Ecuador. El proyecto Wikipedia en Quechua también ha impulsado el progreso digital del quechua.


Qhichwa Wikipidiya, qhichwa simipi Wikipidiyaqa 2003 watapim qallarirqan. Kay Qhichwa Wikipidiyaqa 16.155 qillqasqa p'anqayuqñam.
Kunanqa Qhichwa Wikipidiyapi lliwmanta aswan hatun sasachakuypura, p'anqakunapi manaraqmi achka qispilla rimay kachkanchu.
"http://qu.wikipedia.org/wiki/Qhichwa_Wikipidiya" p'anqamanta chaskisqa (Wikipedia, Qhichwa / Quechua)

La Academia Mayor de la Lengua Quechua (quechua: Qheswa Simi Hamut'ana Kuraq Suntur [5V], Qhichwa Simi Hamut'ana Kuraq Suntur [QS]) es una institución privada, adscrita al Ministerio de Cultura del Perú, dedicada a la investigación y reinvindicación del idioma quechua (quechua: runa simi), el principal y más difundido idioma andino. Su sede principal se encuentra en la ciudad del Cusco (Perú) y hoy tiene 50 filiales en el mundo, en los diferentes continentes -en Argentina son siete-, que permanentemente difunden sus objetivos de enseñar el idioma y la cultura andina.


La AMLQ remite a la Ley No 25260 del seis de junio de 1990 por la cual "se crea la 'Academia Mayor de la Lengua Quechua' con sede en la ciudad de Cusco, cuya finalidad es velar por la pureza de la lengua quechua, apoyar la investigación lingüística y desarrollar la capacidad literaria del idioma, entre otras". Al contrario de la práctica oficial de las instituciones educacionales como en la Educación Intercultural Bilingüe (EIB), la Academia Mayor de la Lengua Quechua sigue usando la versión del alfabeto quechua oficial peruano de 1976 con cinco vocales. Por eso, escribe Qosqo y no Qusqu para "Cusco". Según la AMLQ, por Resolución Presidencial No 001 del 12 de octubre de 1990 se "ratifica el Alfabeto Básico del Quechua Imperial de 1975 compuesto de 31 grafemas: cinco vocales y 26 consonantes para Qosqo-Puno".


La AMLQ sostiene que el quechua es una sola lengua y que la variante del Cusco es la más "pura". Por otro lado afirma que respeta a las variantes regionales.

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