domingo, noviembre 28, 2010

Genocidio en África del Sudoeste Alemana

África del Sudoeste Alemana (en alemán: Deutsch-Südwestafrika, DSWA)

fue una colonia alemana desde 1884 hasta 1915, cuando el control sobre ella fue asumido por la Unión Sudafricana.
Su administración temporal fue recibida por Sudáfrica en la forma de un mandato de la Sociedad de Naciones. Sudáfrica gobernó la región como una provincia de facto llamándola África del Sudoeste, hasta que finalmente se independizó en 1990 como NAMIBIA.

El genocidio de los herero y namaquas
ocurrió en el África del Sudoeste alemana (hoy en día Namibia) desde 1904 hasta 1907, durante la repartición de África. Se considera que es el primer genocidio del siglo XX.
El 12 de enero de 1904, los hereros comanadados por el jefe Samuel Maharero se rebelan contra el dominio colonial alemán. En agosto, el general alemán Lothar von Trotha derrotó a los herero en la Batalla de Waterberg y los persiguió por el desierto de Omaheke, donde la mayoría de los herero murieron de sed. En octubre, los namaqua también se levantaron en armas contra los alemanes y fueron tratados de manera similar. En total, entre 24.000 y 65.000 hereros (aproximadamente como el 50% o 70% del total de la población herero), y 10.000 namaquas (50% del total de la población namaqua) perecieron. Tres hechos caracterizaron a este genocidio, la muerte por inanición, el envenenamiento de los pozos utilizados por los herero y namaquas, y el acorralamiento de los nativos en el desierto de Namibia.

En 1985, el Informe Whitaker de ONU, reconoció el intento de Alemania de exterminar a los pueblos herero y namaqua de la colonia alemana del Africa del Sudoeste, como uno de los primeros intentos de genocidio en el siglo XX.

Von Trotha y sus tropas derrotaron a los 3,000-5,000 hereros combatientes en la Batalla de Waterberg, acontecida entre el 11 y 12 de agosto, pero no pudieron eliminar la amenaza militar. Los herero supervivientes se retiraron con sus familias hacia Bechuanalandia, después de que los británicos les ofrecieron asilo con la condición de no continuar con la revuelta en suelo británico.

Unos 24.000 hereros lograron huir a través de un hueco en el cerco militar alemán, hacia el desierto de Kalahari, con la esperanza de alcanzar el protectorado británico. Las patrullas alemanas encontraron más tarde esqueletos alrededor de agujeros de unos 25-50 pies de profundidad que los herero excavaron en un vano intento de encontrar agua. Maherero y 1.000 hombres cruzaron el Kalahari hasta Bechuanalandia.

El 2 de octubre, Trotha hizo un llamamiento a los hereros:

La nación herero tiene que abandonar el país, y si no lo hace, la obligaré por la fuerza. Todo herero que se encuentre dentro de territorio alemán, armado o desarmado, con o sin ganado será fusilado. No se permitirá que permanezcan en el territorio mujeres o niños, y se les expulsará para que se unan a su pueblo o serán pasados por las armas. Estas son las últimas palabras que dirigiré a la nación herero.

Al no lograr una victoria total por medio de la batalla, Trotha ordenó que los hombres herero fueran capturados para ser ejecutados inmediatamente, mientras que las mujeres y los niños debían a ser expulsados al desierto para que muriesen allí, y si intentaban volver a la zona fértil controlada por los alemanes deberían ser asesinados a tiros; asimismo, los pozos de agua situados en las zonas de población herero y namaqua fueron envenenados para exterminar también a los nativos que se refugiasen allí. Leutwein se quejó ante el canciller Bülow sobre las acciones de Von Trotha, viendo que estas solo impedían que se continuara con la colonización y la actividad económica colonial. Al no tener real autoridad sobre Trotha, el canciller sólo podía acudir al emperador Guillermo II argumentando que las acciones de Von Trotha eran "contrarias a los principios humanitarios y cristianos, económicamente devastadoras y perjudiciales para la reputación internacional de Alemania ".

El Imperio Alemán defendió inicialmente sus acciones ante el mundo argumentando que el pueblo herero no podía ser protegido en virtud de los Tratados de Ginebra, ya que según el gobierno alemán los hereros no podría ser clasificados como humanos sino como sub-humanos.

El escándalo internacional crecía, pues numerosos colonos llegados de la colonia británica de El Cabo trabajaban en el Africa del Sudoeste Alemana e inevitablemente eran testigos del tratamiento brutal dado a los hereros, su esclavización, y asesinatos masivos. Para evitar que las noticias del exterminio de los hereros continuasen, Guillermo II accedió a censurar las acciones de Von Trotha y le ordenó detener sus políticas, pero cuando se supo esto en la colonia en diciembre de 1904 ya casi el 40% de la población herero (y el 50% de los namaquas) había perecido

El 16 de agosto de 2004, el canciller alemán Gerhard Schröder ofreció oficialmente disculpas por las atrocidades cometidas durante la colonización alemana de Namibia.

"Nosotros los alemanes aceptamos nuestra responsabilidad histórica y moral, y la culpa de las atrocidades efectuadas por los alemanes en ese momento"; dijo la Sra. Heidemarie Wieczorek-Zeul, asistente del Ministro de Desarrollo Alemán. Además, admitió que las masacres fueron un acto de genocidio. Los dos países han tenido en general una buena relación desde entonces; además Alemania ha ofrecido generosos paquetes de ayuda para el pueblo de Namibia.

Los descendientes de von Trotha y el resto de la familia Von Trotha viajaron a Omaruru en octubre de 2007 por invitación de la Familia Real Herero; donde se disculparón públicamente por las acciones cometidas por su familia en el pasado. Wolf-Thilo von Trotha, un miembro de la familia, dijo: "Nosotros, la familia von Trotha, estamos profundamente avergonzados de los terribles acontecimientos que tuvieron lugar hace 100 años; tiempo en que los derechos humanos fueron violados impunemente".



BBC Namibia, genocide and the second Reich
Hace 100 años, tres cuartos de la población de los Hereros en la colonia alemana de Namibia fueron asesinados, muchos de ellos en campos de concentración y exterminio. También fueron usados como fuerza de trabajo esclava por destacadas empresas alemanas y por las fuerzas armadas. Actualmente, los descendientes de los sobrevivientes están reclamando reparaciones del gobierno alemán y desean recuperar sus tierras, las cuales siguen aún hoy en manos de propietarios alemanes. Este documental nos muestra lo profundo en las raíces del pensamiento Europeo que calaban las teorías eurocentristas de supremacía racial.

No hay comentarios.: