viernes, abril 15, 2011

EL GRAN DICTADOR (Chaplin, 1940)

EL GRAN DICTADOR  (Chaplin, 1940)

El gran dictador (en inglés The Great Dictator) es una película estadounidense de 1940 escrita, dirigida y protagonizada por el británico Charles Chaplin. Se estrenó en Nueva York el 15 de octubre de 1940 y en Londres el 16 de diciembre de 1940.  No se estrenaría en Alemania hasta 1958.La película estuvo censurada en España entre (1940 y 1975). Se estrenó en 1976 tras la muerte de Franco.
El gran dictador es una sátira al fascismo, y en particular de Adolf Hitler y su Nacionalsocialismo.

Chaplin realiza en su segundo largometraje sonoro una sátira agria de Hitler. La Segunda Guerra Mundial comienza el 1 de septiembre de 1939 y el rodaje comienza el 9 de septiembre de 1939 en un gran hermetismo por las presiones que estaba recibiendo para no filmarla de la embajada alemana y de su productora United Artists, que había recibido amenazas de boicot. La política estadounidense era neutral en ese entonces y se "desalentaban" producciones antihitlerianas, pero el presidente Franklin D. Roosevelt animó al director a seguir con el rodaje cuando muchos le animaban a no grabar la cinta.
Pese a esto y a que las críticas de la prensa fueron negativas en particular con su discurso final, fue la película que más recaudó de las que realizó. Chaplin tardó 559 días en terminar la película.

Chaplin interpreta en la película a dos personajes (al dictador y a un barbero judio). Esta cinta fue el primer filme sonoro, con diálogos, de Chaplin. La película  era una de las películas predilectas que tenía Hitler en su cine particular, y obtuvo sus mayores éxitos después de 1945 . Al conocer años después el horror de los campos de exterminio, Chaplin afirmó que no hubiera realizado la película de saberlo, aunque muestra gran intuición sobre el tema al realizarla, con una fuerte carga de moralidad y llena de parodias y críticas hacia un sistema político tan fuerte como era el nacionalsocialismo. Chaplin al final de la película sorprende con un manifiesto tremendamente emotivo donde expone el horror de la guerra y lo terrible que es para las personas estar sometidas bajo la figura de un dictador.

El Gran Dictador - Escena del Globo Terráqueo 


Discurso de Charles Chaplin en El Gran Dictador









"Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, no quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Judíos y gentiles blancos o negros. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros. Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá. Soldados, no os rindáis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como a carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina. Vosotros no sois máquinas, no sois ganado, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos. Soldados, no luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." En Vosotros, vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, vosotros el pueblo tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa de convertirla en una maravillosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres trabajo, y de a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron al poder. Pero mintieron; no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos."

No hay comentarios.: