miércoles, marzo 28, 2012

CARA NUEVA: Richard Lee Norris

Richard Lee Norris
CARA NUEVA
Un hombre de 37 años que quedó desfigurado en 1997 tras un accidente con armas recibió nueva cara, dientes, lengua y mandíbula en lo que los médicos consideran el trasplante de cara más extenso jamás realizado.
El personal del Centro Médico de la Universidad de Maryland anunció que Richard Lee Norris convalece bien tras la operación de la semana pasada, que empieza a sentir su cara y que ya se está cepillando los dientes y afeitando. También recuperó su sentido del olfato, que había perdido después del accidente.
Norris ha pasado los últimos 15 años viviendo como un recluso y el trasplante le permitirá recuperar su vida, afirmó el doctor Eduardo Rodríguez, el cirujano jefe de la intervención. "Verlo es una experiencia surreal. Es difícil no asombrarse. Antes, la gente solía mirarlo porque usaba una máscara y querían ver la deformidad", dijo Rodríguez. "Ahora tienen otro motivo para mirarlo y es realmente notable".

Fue el vigésimo tercer trasplante desde que los médicos empezaron a reconstruirle la cara hace siete años.

La operación de 36 horas fue la más extensa debido a que incluyó trasplante de dientes, lengua, mandíbula superior e inferior y todo el tejido facial desde el cuero cabelludo hasta la base del cuello, dijo el cirujano jefe. Como incluyó tanto tejido, las incisiones están más alejadas y son menos visibles, agregó.
El primer trasplante completo de cara fue efectuado en Francia en 2005 en una mujer que fue desfigurada por su perro. La clínica de Cleveland efectuó el primer trasplante de cara en Estados Unidos en 2008.
...Y no importa el rostro q lleve Richard, el seguirá siendo el mismo, antes y después de salir de sala.Talvez el dolor y la marginación sufrida durante esta letanía, lo habrá hecho más sensible y compasivo, quien sabe, ahora tendrá, hasta un rostro nuevo no tan bello, pero un alma más grande.
Así son los dolores, son un tratamiento de belleza y fortaleza permanente al alma, q algunas veces, nos hacen descender hasta el último anillo del Dante, haciendo nuestro caminar largo y sediento, pero que al encontrar el Oasis, en el amor, la comprensión, la compasión, la generosidad, el sentido real de nuestro vivir, empezamos a tropezarnos con esa felicidad...que siempre estuvo ahí.
La belleza, el poder, la posición, la vida misma, es tan volátil, q no sea necesario q "nos quiten el rostro", para aprender a vivir y sentir el dolor ajeno en nosotros mismos, pues no solamente tenemos la oportunidad de amar en cada acto médico, sino de hacerlos sentirse amados, quien sabe... con tan solo una sonrisa...
Bendita profesión esta la nuestra, no solo nos acerca a la muerte y nos la aleja, sino q nos engrandece el alma,... teniendo el dolor tan cerca para conocerlo, pero lo suficientemente lejano para confortarlo....
Un besito
Carolina Yaz

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